Te proponemos una forma de preparar café que te va a venir de maravilla este verano. La forma más habitual de preparar el café es utilizando agua caliente para extraer el sabor de los granos de café pero te proponemos una forma de realizar la extracción en frío.
Estos cafés están de moda ¿quieres probarla?
El agua caliente utilizada en la preparación del café, puede extraer algunas cosas no desea en su café: aceites amargos o ácidos grasos que pueden dar un sabor muy fuerte. La preparación en frío, permite obtener un café más dulce, suave y agradable.
El contenido de cafeína es bastante mayor. La cafeína se disuelve en agua, por lo que el contenido en cafeína es bastante mayor que un café normal.
Mejor para estómagos delicados. El agua caliente eleva la acidez del café, esto puede provocar molestias en el estómago de algunas personas, por eso puede ser una buena opción para aquellas personas.
Te recomendamos que utilices un café no demasiado tostado, la razón es sencilla... tuestes elevados producen sabores más amargos. Prueba a preparar tu "cold brew" con un café de tueste ligero y obtendrás sabores más afrutados y delicados.
Nosotros podemos enviártelo a casa
Ingredientes:
Tres sencillos pasos:
1. Coloca la molienda en un recipiente con tapa. Añade con cuidado el agua, fijándote que todo el café quede a remojo y tápalo.
2. Dejar durante 12 horas en la nevera. (Se puede dejar hasta 16 horas para obtener un sabor más fuerte)
3. Coloca el filtro de tela en un colador y cuela todo el líquido.
Este verano prepárate para disfrutar del café como no lo habías probado. Queremos ver tus preparaciones en Instagram y no olvides etiquetarnos (@eboca).
Busca una botella molona y este verano llevate tu "cold brew" a todos los lados.
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Ahora que te estás adentrando en el mundo del café seguro que te has dado cuenta que muchos cafés presumen de ser 100% arábica. ¿Qué significa esto?
Existen muchísimas especies de café pero hay dos en concreto que se utilizan generalmente para el consumo: arábica y robusta. Veamos algunas diferencias entre ambas:
Todo empieza en el cultivo. La especie Robusta es más fácil de cultivar en comparación con Arábica debido a que es más resistente a insectos. Las plantas de robusta son notablemente más grandes y se cultivan a menor altitud.
La especie robusta tiene mucha más cafeína que la arábica (puede llegar a tener el doble).
Sin embargo el grano de café arábica contiene más aceites y azúcares naturales. Esto afecta completamente al sabor del café siendo mucho más afrutado y dulce el arábica que el robusta, de sabor amargo intenso.
El arábica es el tipo de café que más se utiliza entre los amantes del café. Pero el Robusta también tiene cabida en este universo. Por ejemplo en muchos cafés para expreso se suele utilizar una mezcla de arábica y robusta. En la preparación de café instantáneo, por ejemplo, también se utiliza el robusta.
También se puede diferenciar el grano a simple vista. Veamos la foto:
A la izquierda (arábica) con forma de de judía y a la derecha más redonda. La hendidura del grano, hace una "S" en los granos de arábica mientras que la robusta es totalmente recta. Visto de perfil, el grano de robusta es una esfera casi perfecta, como si estuviera cortada por la mitad. El grano de arábica no tiene una forma tan perfecta, recuerda más a un haba.
No. Los granos de robusta tienen por lo general más cafeína y menos variedad de azúcares y tienden a ser mucho más amargos. Pero en realidad es un tipo diferente de café que en algunos casos se produce con gran calidad. No obstante, nosotros buscamos en nuestro café toques más aromáticos y frutales por eso elegimos 100% arábica, pero no estamos en contra del robusta (de calidad).
Quieres probar nuestro café ecológico? Haz click en la siguiente foto y descubre lo que es tomar un buen café recién tostado:
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Obtendremos un café con mucho cuerpo y textura... pero la taza no es limpia. La cafetera perfecta para sentir el café.
La cafetera de émbolo
Unos 14 gramos de café molido grueso (como sal gorda)
Agua caliente (unos 20 cl)
Un cronómetro
1. Estamos aquí para preparar café como un pro, así que lo primero vamos a pre-calentar la cafetera: ponemos un poquito de agua caliente en la cafetera, que desecharemos. Ya hemos hablado en otras guías de este tema: no romper la estabilidad térmica del café.
2. Arrêt! paremos un segundo: la molienda. La malla metálica de esta cafetera da pie a que las partículas más pequeñas de café se cuelen por los agujeritos. Por ello, tenemos que moler un poco menos el café: como si fuera sal gorda, más o menos.
3. Calentar 20cl de agua a 94ºC. ¿No tenemos termómetro? No pasa nada, llevar el agua a punto de ebullición (sin que llegue a hervir) y esperar 30 segundos. Mientras tanto, colocamos el café molido en la cafetera. Si colocas la cafetera sobre la báscula, podrás medir el peso exacto. Si nos ponemos, nos ponemos.
4. Pon el tiempo en marcha y empezamos a verter el agua caliente, con cuidado de que todo el café se moje por igual.
5. En este punto hay paso opcional: la pre-infusión. Consiste en añadir la misma cantidad de agua que de café y dejarlo reposar durante 30 segundos. De este modo se busca hidratar totalmente el café para extraer mayor cantidad de aromas.
6. Verter todo el agua, cerrar la cafetera y esperar 4 minutos (3:30 si se realiza pre-infusión). Pasado este tiempo, presionar el émbolo cariñosamente hasta el fondo de la cafetera.
7. La última clave para disfrutar de este café. Si dejas el café en la cafetera, el agua sigue en contacto con el café molido y por lo tanto se siguen extrayendo aromas. Sírvelo rápidamente para que no quede demasiado fuerte.
Este café, por su cantidad de aromas, se debe tomar rapidamente. Si no va a ser consumido inmediatamente, conservar en un termo (nunca en la cafetera). Servir con cuidado para que no caigan los posos.
¡Ya tenemos todo listo para disfrutar del café a la francesa!
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Esta preparación es muy sencilla y si podemos definir de alguna forma el café que vamos a obtener sería la limpieza y la claridad en la percepción del sabor. Esta cafetera es la preferida de los puristas. Ejem, no queremos decir nada.
1. Calentar el agua por encima de los 90 grados, sin que llegue a hervir. Mientras tanto doblar el filtro. Normalmente viene plegado, si no, toca taller de papiroflexia:
Lo que hace especial a este filtro es que se dobla de forma asimétrica: en un lado del porta-filtro, hay una capa de papel y en el otro hay tres (el lado donde está la hendidura para servir). ¿Fácil no? Fíjate bien en las fotos:
2. Enjuagar el filtro con agua caliente para que no deje mal sabor al café. El agua que caiga va a pre-calentar la cafetera (vaciar este agua). Somos ya muy profesionales. Después, colocar el café molido.
Lo mejor es colocar la Chemex sobre la báscula y añadir de 30 a 35 gramos de café. Es importante saber cuanto añadimos, porque calcularemos la cantidad de agua multiplicando por 16 la cantidad de café. La molienda recomendada para esta cafetera es como sal:
3. Poner en marcha el crono que empieza la función:
4. Ya preparas café con la Chemex como un purista, pero si ya quieres molar muchísimo tienes que servir el café así:
Lo prometido es deuda. Ahora que conocemos la cafetera Chemex, veremos que es más popular de lo que nos pensábamos. Si te gusta el cine, vas a ver que es una cafetera de Hollywood:
Si la encuentras en alguna otra peli, nos avisas!
]]>Este modelo se está haciendo cada vez más popular entre baristas, aunque es perfecta para principiantes porque su diseño icónico permite extraer uniformemente los aromas del café y disfrutar fácilmente de una buena taza de café. Además es muy fácil de limpiar, todo ventajas.
Portafiltros V60 y un filtro para este modelo
Una jarra compatible con la anchura de la V60
De 12 a 13 gramos de café molido como azúcar
Agua caliente (unos 30 cl)
Un cronómetro
1. Arrancando motores. Para empezar se calienta el agua a 94º C. Si no tenemos termómetro, es casi a punto de hervir pero si llegar a burbujear. Colocar el filtro sobre la V60 y moler el café como si fuera azúcar. Como ya eres un experto en molienda... te indicamos: más grueso que para Aeropress® , pero más fino que para la prensa francesa.
2. El filtro puede aportar sabor a nuestro café, así que lo primero va a ser enjuagarlo bien con agua caliente. Dejar que el agua caliente caiga dentro de la jarra y ya de paso se pre-calienta, (¡recordar la estabilidad térmica!). Desechar este agua, estamos cogiendo mucho nivel.
3. Colocar la cafetera sobre la báscula, calibrar a cero y añadir 12-13 gramos de café.
4. Ahora llega el momento mágico de la V60. Poner el cronómetro en marcha y empezamos a verter agua:
Ya solo queda esperar a que se filtre nuestro café. El tiempo de referencia de la extracción es de 2:30 a 3 minutos. Si dura menos, ¿qué sucede? Molienda demasiado gruesa ¿y si dura más?... ya se sabe, a ajustar el molinillo para la siguiente molienda.
Este método ofrece un café con una muy buena relación entre claridad y cuerpo, recomendable al 100%, pruébalo con el Café Eboca Colombia Ecológico y alucinarás.
]]>*En este punto deberíamos hacer un apunte: esta máquina es super-recomendable para aprender a experimentar con el café. Por ello, vamos a a dar unas unas cantidadades orientativas, pero lo mejor es jugar con la cantidad de café, agua y tiempo de extracción hasta que tengas tu receta favorita.
La cafetera Aeropress®, un removedor de madera y un filtro
Una jarra compatible con la anchura de la Aeropress®
Unos 15 gramos de café molido como si fuera sal fina
Agua caliente (unos 25 cl)
Un cronómetro
1. Calienta 200ml de agua hasta unos 92º y pesa 15-18 gramos de café a tu gusto y muelelo como la sal fina más o menos:
2. Colocamos el papel de filtro en el tape desmontable de la Aeropress® y lo lavamos con un poquito de agua caliente (así conseguimos que se adhiera al mismo tiempo que eliminamos cualquier posible sabor), dejando que el agua sobrante vaya calentando la cafetera*
*Trabajo fino: para preparar un buen café es importante mantener la estabilidad térmica. Por ello vamos a precalentar la cafera con un poco de agua caliente, que retiraremos. ¡Mucho cuidado de no quemarte!
3. Montar la Aeropress®: asegurate de que está seca para que no afecte a la junta y monta las dos piezas, colocándola de pie con los números al revés (este se denomina método invertido). Añadimos el café molido con cuidado de que no caiga nada sobre el anillo de cierre.
4. Ahora es cuando viene la clave: concentración al máximo. Pone el crono en marcha y añade el doble de peso de agua sobre el café (por ejemplo, para 15g de café, añade 30ml de agua caliente) remover un poquito para que todo el café se moje y dejar reposar 30 segundos. Esto es la preinfusión.
5. Ahora añadimos el resto del agua y tras 1 minuto aproximadamente remover suavemente (unas 10 vueltas*)
*La energía que utilicemos para remover se denomina turbulencia y también afectará al resultado fina, esto lo dejamos para siguientes capítulos.
6. Cierra la tapa de la Aeropress® con cuidado para que cierre perfectamente y voltea la cafetera con cuidado. ¡Empieza lo más divertido! Coloca la cafetera encima de la taza y comienza a hacer presión: unos 15 kg.
De mayor quiero ser barista: aquí está una de las claves de la Aeropress, si al hacer presión va muy flojo es posible que la molienda sea muy gruesa y si es muy difícil apretar es posible que la molienda sea demasiado fina.
7. Acabando: Aprieta con fuerza hasta que se escuche un silbido (ya no hay más agua).
Vamos a observar como han quedado los posos: si queda todo en un bloque compacto como se observa en la foto, buena señal... ya solo queda probar el café.
La preparación con Aeropress® nos permitirá jugar con el tipo de molienda, tiempos de pre-infusión, infusión, gramaje de café, cantidad de agua... ¿muchas cosas? No, hombre. Apunta tus recetas y ve probando hasta que tengas la tuya.
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La cafetera y 3 tazas
15 gramos de café molido como si fuera sal fina
150 ml de agua
El café es fuerte porque está bastante concentrado, parecido al expreso si lo preparamos bien. Eso sí, hay que tener cuidado para que el agua no alcance demasiada temperatura porque esta cafetera tiende a extraer componentes amargos del café
El truco para saber si lo estamos haciendo bien es escuchar el gorgoteo y medir los tiempos, nada de dejar la cafetera en el fuego y ponerse a hacer otra cosa.
1. Vamos a moler el café como si fuera para preparar un expreso: entre sal fina y azúcar, para que nos entendamos.
2. ¡Atención! este paso es para nota: calienta el agua y rellena la mitad de la parte inferior de la cafetera con agua a punto de hervir. Así evitaremos que se estropee el café al calentarse en exceso.
3. Rellena el cazolete del filtro con el café molido y dale unos golpecitos para que se asiente. Colócalo en su sitio y enrosca la parte superior de la cafetera con cuidado ¡La parte de abajo está caliente!
4. Ahora viene lo importante: al fuego. Poner la cafetera en el fuego a medio gas.
...Espera un momento. ¿Te has preguntado qué está pasando ahí dentro?
Cuando el agua está a punto de hervir, esta presión empuja una pequeña corriente de café. Si hierve muy rápido y explota, es que está muy caliente. Sin embargo si el burbujeo suena aletargado, es que el fuego está bajo. Ni lo uno, ni lo otro.
5. Cuando el café empiece a salir: baja el fuego. Calcula un minuto y retira del fuego. No hay que esperar a que pase todo el agua, eso es un mito.
Para hilar muy fino: el café tiene que tardar en salir más o menos un minuto. Si tarda menos puede ser que la molienda sea muy gruesa. Si tarda más de un minuto, es demasiado fina.
¡Disfruta!
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